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jueves, 21 de enero de 2010

LETRAS PETROLERAS



Este es un espacio dedicado a la inspiración que nace de la familia Petrolera que tomando como eje la explotación del Oro Negro genera en su entorno una singular forma de vida.

El Campo, las Chatas de Turnos, el Enganchador, Boca de Pozo, Maquinista, Jefe de Turno de Equipo, el sector Cementación, Perfilaje o Exploración dejan las puertas abiertas a la imaginación de las palabras para dibujar con ellas la experiencia de la vida Petrolera.


TITULO AUTOR
A mi padre petrolero Gladys Margot Navarro
La standard oil co. Pablo Neruda
Poema del mameluco Liliana Ancalao
Viejo muelle...querido! Dr. Miguel Angel de Boer


A MI PADRE PETROLERO

Tu piel siempre curtida
Tus ojos cansados con sueño
Tus manos fuertes y callosas
Tus sufridas manos de Petrolero
Siempre prestas al duro trabajo diario
A luchar contra la nieve, escarcha y frío
Pero que también saben ser suaves
cuando pródigas caricias a tus hijos.
porque ni el campo, ni el clima han logrado
endurecer tu corazón de Padre y Amigo.
Tu llegaste a este lugar
para entregarles tus sudores y alegrías,
tus logros y tus tropiezos
en tantos veranos e inviernos.
No son diferentes Domingos y Feriados
y en muchas Navidades
y también para Año Nuevo
debiste continuar siempre fiel
a tu labor junto al trépano
extrayendo de la yerma tierra,
con cuidado y amor, su fruto negro.
Porque esta obra no entiende de asuetos,
no sabe de cansancios ni tampoco de sueños.
Es como una mujer pronta a ser madre
que requiere solicitud y denuedo.
Cuantos sacrificios y anhelos
transparentan tus blandas pupilas.
Cuantas horas bajo el sol
y palpando nieve, lluvia y hasta hielo.
Pero tu eres Feliz
y te sientes orgulloso de todo ello
porque de tu boca mil veces
he oído que has dicho
que nunca es vasto el sacrificio
para dejar un buen legado
a la vida y a tus hijos.
Y como no devolver a manos llenas
todo lo que esta Patria te ha dado.
Cómo no agradecer entonces a Dios
Por sentirte parte de la tierra,
tanto como el labrador y su arado.


Gladys Margot Navarro


La Standard Oil Co. Por Pablo Neruda *

En los años cuarenta —cuando fue escrito este poema, perteneciente al Canto general — era la Standard oil Company, hoy es cualquiera de esas compañías petroleras que saquean el mundo, esas que ahora ambicionan el petróleo afgano y para las cuales el presidente de los EEUU ha puesto a trabajar a sus soldados.


Cuando el barreno se abrió paso
hacia las simas pedregales
y hundió su intestino implacable
en las haciendas subterráneas,
y los años muertos, los ojos
de las edades, las raíces
de las plantas encarceladas
y los sistemas escamosos
se hicieron estratas del agua,
subió por los tubos el fuego
convertido en líquido frío,
en la aduana de las alturas
a la salida de su mundo
de profundidad tenebrosa,
encontró un pálido ingeniero
y un título de propietario.
Aunque se enreden los caminos
del petróleo, aunque las napas
cambien su sitio silencioso
y muevan su soberanía
entre los vientres de la tierra,
cuando sacude el surtidor
su ramaje de parafina,
antes llegó la Standard Oil
con sus letrados y sus botas,
con sus cheques y sus fusiles,
con sus gobiernos y sus presos.
Sus obesos emperadores
viven en New York, son suaves
y sonrientes asesinos,
que compran seda, nylon, puros,
tiranuelos y dictadores.

Compran países, pueblos, mares,
policías, diputaciones,
lejanas comarcas en donde
los pobres guardan su maíz
como los avaros el oro:
la Standard Oil los despierta,
los uniforma, les designa
cuál es el hermano enemigo,
y el paraguayo hace su guerra
y el boliviano se deshace
con su ametralladora en la selva.

Un presidente asesinado
por una gota de petróleo,
una hipoteca de millones
de hectáreas, un fusilamiento
rápido en una mañana
mortal de luz, petrificada,
un nuevo campo de presos
subversivos, en Patagonia,
una traición, un tiroteo
bajo la luna petrolada,
un cambio sutil de ministros
en la capital, un rumor
como una marea de aceite,
y luego el zarpazo, y verás
cómo brillan, sobre las nubes,
sobre los mares, en tu casa,
las letras de la Standard Oil
iluminando sus dominios.

* Escritor Chileno y Premio Nobel de Literatura.



POEMA DEL MAMELUCO


El mameluco de mi viejo espera jubilarse
Por el resfrío crónico del pozo
Y el dolor de las espaldas
Tiene el talle del cansancio en la garganta
El salario ajustado en la cintura
y grande un corazón de estopa en el bolsillo.

Es un guerrero de cielo desgastado
tiempo de flor con la investidura de una roca
una protesta de sueño apresurado
por el turno; ese tirano

Cuando ese mameluco se une a otro
de dos despojos se hace un alma
y los pasos que caminan juntos
caminan solos
mientras yo dormía

Cada mancha es un grito de impaciencia
de petróleo que amanece de pobreza
son frentes amplias son tan duros
caliente la mirada por saberse limpios
mamelucos postergados
pero enteros

Mameluco
en una arruga de asombro por la luna
tenso el brazo, el bolsito de la vianda
al pozo duro
por no aflojarte a la vida , viejo no aflojarte.

Liliana Ancalao



VIEJO MUELLE...QUERIDO!


Cuando te vi
como un gigante solitario

herido
no pude contener mis lágrimas

Y me remonté como en un sueño a tantas historias
de muertes tristes
y amores bellos
A una infancia de "restinga" en el verano
A la "zorrita" que nos llevaba a la escuela
Al tren gritón incansable con su carga
y al "autovía" en el que viajaba feliz pero...

(aún rememoro la tragedia de aquél día)
A la aventura de ir en barco en la lanchita
trepando por la "escala de gato"
o bajando en el "cajón" hasta la "chata"

El sol parecía deshilvanarse mas tranquilo en aquellos tiempos
acariciando a los lobos somnolientos
jugando con gaviotas y toninas
saludando a los cardúmenes de peces
(inundando mis ojos de hermosura)
En tanto...
¡Cuántos hombres!
¡Cuántos!
La piel engrosada de salitre
Los rostros golpeado por el frío
Las manos gastadas de viento y de tormentas
Dejaban todo
para ir a atracar un petrolero
( no había navidades ni años nuevos)
¡La vida dejaban!
¡Sus almas y sus cuerpos!
Envejeciendo de apuro
a fuerza de sacrificio
de alcohol
de esmero
Rudos
Nobles
Ingenuos
Amaban el mar y su trabajo
nutriéndose de océano
( mi padre estuvo entre ellos)
Ya antes se había ido el barrio
de cuajo quedó deshecho
( y una flor que yo amaba se llevó el fuego)
Viejo muelle...querido
Sé que estás lastimado

Pero si sabes lo que está pasando
no mires
Dejá tu cabeza hundida
( total, siguen usando tu esqueleto)
Todo ha cambiado
¡tanto!
A tu gente la están yendo
con un sabor amargo
y el corazón lleno de pena
( sobremuriendo )
Para ellos
Para vos
son estos versos

Y aunque en este cruel naufragio
haya que seguir con los remos
ni el tiempo ni las cenizas

podrán
tapar
mis recuerdos

Fuente Ypfcr

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